Ricardo de Santiago deja buen sabor de boca en Chivasco, Hidalgo

La tarde del 25 de agosto en Chicavasco, Hidalgo, tuvo como protagonista a Ricardo De Santiago, quien enfrentó a Paquito, un toro marcado con el número 176, en una faena que quedará en la memoria por su valor y determinación.

Ricardo recibió a Paquito con faroles de rodillas y Verónicas, mostrando desde el inicio su destreza y entrega. Sin embargo, el toro presentaba una complicación: salió con el pitón izquierdo depitorrado, lo que aumentó el riesgo en la lidia. Para evitar que el cuerno se rompiera completamente, se decidió darle un castigo mínimo en la suerte de varas, limitándose a un pequeño puyazo.

En el tercio de banderillas, Ricardo mostró su maestría en los dos primeros pares, pero en el tercer intento, al intentar un quiebro, el toro no cortó como se esperaba y prendió al torero, lanzándolo hacia las tablas. La situación se tornó más preocupante cuando el toro se enceló con Ricardo en el piso, atacando la rodilla que ya había sido operada previamente. El torero fue sacado cargado a cuadrillas, lo que parecía marcar un trágico final para su actuación.

Sin embargo, la historia no terminó ahí. Con un gesto de enorme valentía, Ricardo regresó al ruedo para culminar el último tercio. Aunque Paquito, afectado por la despitorrada, daba medias embestidas y protestaba, Ricardo logró sacar dos buenas tandas por la derecha. El toro, ya viniéndose a menos, llevó a Ricardo a cerrar la faena toreando de pitón a pitón, haciendo desplantes que mantuvieron al público en vilo.

A la hora de matar, Ricardo pinchó en el primer intento, pero logró una estocada entera en el segundo, ligeramente caída, que le valió una ovación y salida al tercio. Su entrega y capacidad de superar la adversidad fueron reconocidas por el público, convirtiendo esta faena en un ejemplo de coraje y profesionalismo.

En cuanto a los demás toreros de la tarde:

Parcero, lidiado por el rejoneador Andrés Rozo, recibió un aviso tras una faena que se complicó en el tercio final.

Monarca, lidiado por Hilda Tenorio, se mostró difícil, pero la torera logró una ovación por su desempeño.

Legislador, de Rodrigo Cepeda, le permitió al matador cortar una oreja tras una faena llena de valor. Pero sin duda, el momento culminante de la tarde fue la actuación de Ricardo De Santiago, que dejó una huella imborrable en Chicavasco.

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